Historia de la fundación

Un legado de amor en cada sonrisa: La historia de Gabriel Regué Leal

Gabriel Regué Leal a sus 12 años de edad, su nombre se convirtió en sinónimo de lucha, resiliencia y amor incondicional, ya que fue confrontado por la leucemia linfoblástica aguda. En medio de la batalla contra esta enfermedad, sus ojos, llenos de una sabiduría que superaba su edad, observaban más allá de su propio sufrimiento. En los hospitales colombianos, donde inició su tratamiento, se percató de las carencias que enfrentaban otros niños como él. La falta de recursos, las largas jornadas y la incertidumbre eran compañeros constantes en sus vidas.

La búsqueda de mejores oportunidades llevó a Gabriel y su familia a Barcelona. Allí, en un ambiente más especializado, la realidad no fue muy diferente. Niños de otros países llegaban solos, sin un lugar donde sentirse en casa, sin medios para desplazarse y con muchas dudas sobre los tratamientos. Fue entonces cuando Gabriel, con la pureza de su alma infantil, expresó a su madre un deseo que trascendería su propia existencia: “Cuando salga de aquí, quiero ayudar a los demás niños que padecen de cáncer”.

Lamentablemente, a partir del 13 julio de 2018 el destino tenía otros planes para Gabriel. Sin embargo, su espíritu fuerte y su sueño de ayudar a otros niños quedaron sembrados en el corazón de sus padres, Maritza Leal y Andrés Regué.

Con el apoyo de personas que compartieron la visión de Gabriel, Maritza y Andrés decidieron convertir el anhelo de su hijo en realidad. Así nació la Fundación Gabriel Regué Leal, una organización dedicada a brindar apoyo integral a familias con niños diagnosticados con cáncer.

La fundación busca crear un ambiente de esperanza y solidaridad, donde los niños puedan sentirse acompañados y queridos en uno de los momentos más difíciles de sus vidas.

La historia de Gabriel es un recordatorio de que la vida, incluso en sus momentos más oscuros, puede ser una fuente de luz e inspiración. Su legado vive en cada sonrisa de un niño que recibe ayuda gracias a su fundación, en cada abrazo de una madre que encuentra consuelo y en cada paso que se da hacia un futuro más justo y equitativo.

La Fundación Gabriel Regué Leal es un faro de esperanza en un mundo que a menudo parece oscuro. Un testimonio de que el amor, la solidaridad y la determinación pueden transformar vidas y construir un futuro mejor para todos.

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